¿Conocéis el juego del Tetris?

Dicen que es uno de los juegos que más ha entretenido a niños y mayores de todo el mundo. Hoy en día, e incluso con la gran diversidad de juegos, sigue siendo muy conocido; de hecho, prácticamente todos hemos oído hablar de él, conocemos a alguien que haya jugado, o… confesemos: hemos jugado durante horas en algún momento de nuestra vida!

Para los que no seáis de este último grupo y simplemente hayáis oído mencionarlo, el Tetris es aquel juego en el que unas figuras de diferentes formas caen desde la parte superior de la pantalla y el jugador debe girarlas con el objetivo de encajarlas en los huecos de la parte inferior. Cuando se consigue que una línea esté totalmente cubierta, ésta desaparece. El juego termina cuando no se han podido encajar bien las figuras y se acumulan hasta llegar a la parte superior de la pantalla.

Si intentamos hacer un paralelismo con la realidad, seguro que muchos pensáis que vuestro día a día es un Tetris en el que tenéis que encajar: familia, trabajo, casa, actividades, amigos, obligaciones, etc. De repente os dais cuenta de que os quedan cosas por hacer y que se acumulan otras. Os da la sensación de ahogo, de que, al igual que en el Tetris, se están acumulando las diferentes figuras (en este caso, obligaciones, deberes, reuniones, actividades,..) y que de un momento a otro os vais a desbordar.

Incluso a veces, aparece una figura que, por su forma concreta, no puedes encajar en ningún lado y la pones de cualquier modo y para subsanarlo, tienes que hacer malabarismos que, si tienes la habilidad conseguirás arreglar pero a veces es el principio de un cúmulo de problemas.

Algunas pistas para jugar a nuestro Tetris de vida son:

Practicar: como en el juego, a medida que practicas mejoras. Practica tu planificación; de nada sirve utilizar tu agenda un mes y después dejarla apartada.
Tener la habilidad: hay personas a las que se les da mejor organizar y planificar su tiempo que a otras; por lo tanto, céntrate en las cosas en las que debes centrarte: “haz lo que hay que hacer”; no pierdas el tiempo. Y si no tienes esta habilidad, fórmate y/o pide ayuda para desarrollarla.
Probar: prueba nuevas estrategias. Si siempre haces lo mismo, siempre conseguirás lo mismo. ¡Prueba cosas nuevas!
Revisar: revisa constantemente qué puedes mejorar para conseguir organizarte mejor. Y lo que funciona, no lo toques.
Ser previsor: una de las cosas más importantes para gestionar nuestro tiempo y organizarnos bien es ser previsor de imprevistos. ¿A quién no le ha surgido alguna vez algo que no tenía previsto y por tanto inesperado? Planifica tiempo para los imprevistos, porque de una forma u otra, van a aparecer.

Organiza tu tiempo para poder disfrutar de lo que haces mientras lo haces sin pensar en qué pasará o qué se torcerá. Hazte un experto del Tetris de tu vida.

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